Poca cosa para un rey
no sentirse digno de ser cruel
quizás no estaba preparado
para ser el quien bajara el pulgar
en sus ojos el miedo se podía ver
el sudor de sus manos
no ayudaban a ocultarlo
Tomar decisiones ahora es su tarea
decidir por su alma y todas sus penas
lidiar con el sin sabor, de lágrimas ajenas
peliando con el fantasma de lo debido
y los sentimientos compartidos
tapando sus oídos ante esos alaridos
propios gritos compungidos
Poca cosa para un rey
desconocer de batallas perdidas
pequeñas salidas a escondidas
buscando el anonimato
creer que todo tiene arreglo
imaginar un final feliz
al cuento que ya tenia fin.
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